Se cree que el nombre de «Capadocia» proviene del vocablo Katpadukya, «Tierra de bellos
caballos». Los caballos de la región cobraron fama por ser ofrecidos como regalo a los
reyes Asurbanipal, de Asiria, y Darío y Jerjes, de Persia.
Se tiene evidencia de que esta tierra ha estado habitada desde el Neolítico, y varios
de los grandes imperios antiguos se asentaron aquí en distintos periodos: hititas,
persas, romanos, bizantinos y otomanos alcanzando así casi 5000 años de antigüedad.
No aptas para claustrofóbicos. Para resguardarse de potenciales invasores, no solo se
crearon cuevas aisladas. En Capadocia existen alrededor de 36 ciudades subterráneas con
varios niveles de profundidad, conectadas a través de túneles y pasadizos. Fueron
habitadas desde la Edad Media, principalmente por cristianos.
Podía albergar hasta 20 mil personas, con todo lo que una urbe común necesita: casas,
almacenes, iglesias y escuelas. Sus puertas exteriores eran enormes piedras que se
rodaban. Fue descubierta accidentalmente en 1963, por un ciudadano turco que se encontraba
ampliando su casa. Tiene 18 pisos tiene la ciudad subterránea y su profundidad máxima es
de 85 metros. Ahora está abierta al turismo.
824 iglesias fueron excavadas y decoradas en la región de Capadocia, una de ellas es
la “Iglesia Oscura” que no tiene nada de siniestro. Está al interior de una cueva, en
Göreme, y se llama así porque recibe muy poca luz del exterior. La penumbra es una gran
ventaja, porque sus frescos se conservan coloridos e intactos, aunque el templo se excavó
entre finales del siglo XI y principios del XII. Está permitida la entrada a turistas.